lunes, 29 de octubre de 2012

SUEÑOS HÚMEDOS (2ºparte)

[...]''¿Te han gustado mis regalitos?''



Preguntó pero yo no podía articular palabra, sentía que no aguantaba más, me aferré a su cuello y le di un largo y apasionado beso, no recuerdo haber estado nunca tan excitada, sólo quería que me sacara lo que me había pedido en su sexto paquetito y que se pusiera él en su lugar. Me separó y me dijo:
"No tan rápido Cris, ya veo que mis regalos te han gustado, pero antes de nada te invito a cenar"
 En el coche apenas hablábamos, la tensión sexual se palpaba en el ambiente. Esta vez, consiguió sacarme una sonrisa cuando nos dirigíamos al hotel donde nos conocimos íntimamente por primera vez. Cuando llegamos, no dijo nada, abrió la puerta y vi en el suelo, un intento de saloncito creado con pétalos de rosas, comida china y velas por todas partes.

Sacó un mando, apretó un botón y empezó a sonar mi lista de reproducciones de "Canciones para soñar", tanto detalle me hacía sentir mimada y las bolas chinas seguían haciendo su efecto por cada paso que daba. Una hora y 3 copas de vino después, habíamos terminado de cenar y yo de contarle con sumo detalle todo lo que hice según sus indicaciones. 

Me pidió que abriera el primer cajón de la mesita de la entrada, había otro paquete con el número 7. Sonreí para mis adentros antes de girarme y sacudir la cajita con picardía y esperar que soltara sus indicaciones de forma verbal. Con su mirada me dijo que la abriera y consiguió dejarme muda. Era una venda de seda roja, al sacarla de la caja se levantó y se acercó a mi, cogió la tela y me tapó los ojos. Me besó el cuello y me susurró: 
"Ahora te voy a dar el postre"
 Me derretía con cada una de sus palabras que rozaban mi cuello y subían hasta mi oído. Deslizó algo desde mis labios hasta mi boca. ¿Era una fresa? Él rió al ver mi gesto extraño. Sí lo era. Entre susurros me propuso un juego, me daría a probar distintos postres y si los adivinaba, esa noche mandaría yo, haríamos lo que yo quisiera, pero si fallaba alguno, estaría supeditada a lo que él decidiera y quisiera hacer conmigo. Mi contestación fue una sonrisa pícara y un pequeño mordisco a la punta de la "FRESA" -dije-.

Me condujo al dormitorio, donde me ofreció la punta de un plátano, un bombón, melón, kiwi, nata en sus labios que vino acompañada de un apasionado beso haciéndome desear más. Hasta el momento no había fallado y mi cabeza empezó a hacer cábalas sobre cómo podría devolverle tanta tortura placentera. Inocente de mi, aquel beso me descentró cuando el siguiente trozo de fruta entró rozando mis labios: Era dulce y hasta el momento nunca había probado semejante sabor, dulce, atrayente, deseable y anhelante con ganas de más, empecé a decir nombres de frutas exóticas al azar, pero se reía en síntoma de negativa, parecía divertido mientras mis neuronas intentaban identificar el sabor. Colocó su mano en el interior de mi muslo y dejé de pensar. Con el trozo de fruta en la otra mano pintó mis labios y susurró ardientemente:

"¿Te rindes ya?"

Aquellas palabras calaron en mi haciendo que mi respiración dejara de ser entrecortada. Mi deseo y mis ganas no me permitían seguir jugando, cedí el poder por aquel pedacito de fruta que aún daba sabor a mis labios. Entonces empezó a recorrer mi cuerpo con la punta de sus dedos muy lentamente, casi sin rozarme, me estaba desarmando a su merced. 

Había bajado sus manos por mi espalda hasta el borde de mis vaqueros, los rodeó y me abrazó por la espalda desabrochando el botón. Reanudó las caricias lentas sacando la camisa de los pantalones. Acto seguido bajó mi cremallera y me despojó de los skinny y veloz pero sutilmente se deshizo también de la camisa. 

Me tumbó boca abajo y sacó unas esposas mientras desabrochaba y me quitaba el sujetador. Estiró mis brazos por encima de mi cabeza y me encadenó. Escuché cómo su ropa caía al suelo y subía a gatas por mi espalda para empezar a besarme la nuca y dar pequeños soplos de aire. Noté un chorro frío con olor a canela y sentándose en mi culo empezó a darme un masaje con aquel aceite que se iba calentando a la par que sus manos lo deslizaban por mi espalda. Me hacía sufrir cuando llegaba a los laterales de mi pecho y no llegaba a más. Se dio media vuelta y empezó a masajearme las piernas y el borde del culot, al moverme las nalgas, movía las bolas chinas haciendo que de vez en cuando de mis labios saliera un pequeño gemido.

Sentí cómo se levantaba de la cama y salía de la habitación. Sentía sus pasos alejarse y un pequeño tintineo que se hacía más fuerte según se acercaba a los pies de la cama. Con la punta de sus dedos empezó a dejar caer pequeñas gotas de agua fría a lo largo de mi espalda, para luego unir esos puntos con un hielo. Un escalofrío recorrió mi cuerpo y sus labios fueron recorriendo ese camino que el hielo había trazado para ellos. 

Me dio media vuelta. empezó a pasar el hielo por mi cuello, entre mis pechos, al rededor de cada areola. Con su boca empezó a darles calor jugando con su lengua y el pedacito de hielo que quedaba. 

[...] PARTE CENSURADA PARA -18 AÑOS [...] 



Tras haber terminado exhaustos, ambos tirados en la cama, mi cabeza sobre su pecho y su mano acariciando mi pelo, sentí cómo su respiración se ralentizaba  y volvía a retomar el aliento, pregunté por la fruta mientras lamía y me mordía el labio inferior intentando recordar el sabor. Una dulce sonrisa inundó su cara y me dijo "Mangosteen".



Mangosteen, la que sería desde aquel momento mi fruta favorita y haría que me acordara de él cada vez que rozara mis labios, ahora estremeciéndome entre los suyos.

lunes, 22 de octubre de 2012

SUEÑOS HÚMEDOS (1º parte)

HACE POCOS MINUTOS MIENTRAS BUSCABA INSPIRACIÓN ME HE ACORDADO DE UN TUITERO Y ESTE ES EL RESULTADO: 



Sábado por la mañana, alguien llama al telefonillo, era él, había traído el desayuno y un paquete enorme envuelto en papel regalo. Pensé que era una forma de volver a conectar las cosas entre nosotros, ya que el miedo me había alejado tanto de lo que su presencia me hacía sentir.

Hice café y desayunamos juntos. Estaba impaciente por saber qué había en el regalo, pero aún no me lo había dado. No aguanté más así que pregunté por el paquete y si era para mi. Él me contestó que por qué pensaba eso, me levanté y me senté en sus rodillas poniendo cara de niña buena y mirada de viciosa, dándole un dulce beso en la mejilla contesté: "Porque adoro las sorpresas" . Él dibujó una sonrisa pícara en sus labios y contestó:
"Si Cris, el regalo es sólo para ti, pero sólo te lo daré si me prometes no abrirlo hasta una hora después de que me marche"
Insistí sin éxito para que me lo diera antes de irse, pero como de costumbre con él, no me salí con la mía. A eso de las 3 de la tarde se fue y yo cumplí con lo prometido de esperar los 60 minutos más largos que podía recordar en esos momentos, cuando el segundero marcó el minuto exacto, corrí hacia la habitación. 

Al abrirlo, pude ver que había varios paquetitos numerados y una nota que decía:

"Hola Cris, esta es la primera parte del juego: en esta caja hay varios paquetes, cada uno con un número, abre el primero y hasta que no completes lo que dice la nota de su interior, no abras el siguiente."
Qué original- Pensé - No dejará de sorprenderme.

Nerviosa e intrigada busqué y abrí el paquete número 1, dentro había una botellita de gel de baño para hacer espuma, unas sales de baño relajantes y dos perlas de baño con olor a mora, también había una nota que ponía:
"Preciosa, date un baño relajante de una hora, saldrás oliendo a frutos rojos, pero antes, abre el paquete número 2"

Me encanta pensé, así que me lancé sobre el segundo envoltorio emocionada, este era más pequeño, era un libro con un título bastante sugerente: "Los amores prohibidos" y leí la nota adjunta al libro: "Para que no te aburras en el baño"


En 20 minutos lo tenía todo listo, mi bañera llena de burbujas, sales y un embriagados olor a moras llenaba la habitación. Las burbujas hacían que mi piel se erizase y enseguida me relajé con el agua caliente y empecé a leer el libro que me había regalado, he de confesar que aquellos relatos eróticos me excitaron y algunos me gustaron bastante.

Aún pensaba en los relatos que acababa de leer, me dispuse a abrir el paquete número 3 que contenía una hojilla de afeitar y espuma para pielse sensibles con su correspondiente nota: "Depilate enterita como sabes que me gusta". El jueguecito empezaba a darme morbo, la idea de la prepararme para lo que iba a venir después y pensar en lo que iba a pasar ya me excitaba, él se lo estaba montando genial.

[...] Ya totalmente depilada y envuelta solamente con la toalla, tenía en mis manos el 4º paquetito, aunque esta vez era un sobre que ponía: "Lee el capítulo siete". Me tumbé en la cama con la historia entre mis manos que databa de un chico que hacía disfrutar a su acompañante de una velada increíble vendándole los ojos y atandola de manos y pies a la cama para hacerla disfrutar durante horas con infinidad de truquitos. El capítulo hizo que tomara un par de notas mentales para más tarde.

Al terminarlo estaba trementamente sensible a insinuaciones, deseando con unas ganas locas a que él llegara, pero tocaba abrir el paquete número 5, que me dejó anonadada al ver aquellas bolas chinas fucsias y la nota que con ellas había:

 " Métetelas despacito y dejalas ahí hasta que yo vaya a buscarlas, disfrútalas".

La idea me excitó aún más. ¿Cómo terminaría el juego? Al seguir tumbada en la cama y al estar húmeda por el relato que había leído con anterioridad, no les costó mucho entrar. Me sentía extraña con las bolas chocando en mi interior, pero a medida que mi cuerpo se iba acostumbrando a ellas, la sensación que me producían hacía que la espera me resutara una tortura de lo más placentera, más le valía llegar antes de que las bolas hicieran el trabajo por él.

 Miré dentro de la gran caja y ya sólo quedaba un paquete, el sexto y último que contenía un conjunto de ropa interior negro de encaje con unas finísimas lazadas rojas también caladas de muy buen gusto (sujetador y culot) y la última nota decía:

"Este no es el último regalo de esta noche, ponte el conjunto para mi y a las 9 pasaré sin falta a recogerte"
 Me lo puse y la verdad es que me sentaba muy bien. Sólo faltaban unas horas para que viniera a recogerme, así que abrí mi armario en busca de algo que sorprendiera y diera guerra pero que no resultara exagerado. Opté por unos skinny jeans y una camisa negra calada que dejara ver el borde superior del sujetador que con tanto gusto me había dejado en el paquete número 6 y unos tacones que dieran al skinny un punto de vista muy sugerente al caminar.

A las 9 en punto llamó al telefonillo y bajé a la calle y he de confesaors, que mientras bajaba los escalones con los tacones, las bolas chinas estaban haciendo maravillas en mi interior. 

Cuando llegué abajo estaba con la espalda apoyada en su coche con una sonrisa maliciosa en la cara y sus ojos brillantes deseosos de soltarme una pregunta que le quemaba en los labios. 

"¿Te han gust....

....................................................................................................................................Continuará.

martes, 16 de octubre de 2012

EL INICIO DE UN AMOR.

NO HAY AMOR MAYOR QUE EL DE UNA MADRE FRENTE AL INICIO DE LA CREACIÓN DE UNA NUEVA VIDA.



Bueno, antes de empezar, me gustaría deciros unas cuantas cosillas:

1.- SIENTO DE TODO CORAZÓN no haber podido publicar antes. Los domingos que es cuando suelo escribir estaba completamente liada y el lunes fue mortal así que me quedé sin escribir lo que quería, pero eso me dio tiempo para conocer la historia tan bonita que os traigo hoy.

2.- Gracias por soportarme cuando me quejo de mi "trabajo" que aunque tiene unas vistas expectaculares, me paso el día rodeada de hormonas y masajeando pechos, pues estoy en zona "post-gestacional" llamemosla así y es muy bonita, pero muy muy cansada.

3.- Mi implicación en esta historia viene por dos lados, en primer lugar fui una niña en una incubadora cuando nací y otra es que fui quien entró la historia en marcha.

Bueno, comienzo con mi breve pero enternecedora historia. Tengo el permiso de los padres, así que estaré encantada de contaros las dudas después.

Son las 6:30 del lunes y me suena el despertador, no quiero ir a trabajar, a pesar de las perfectas y preciosas vistas que tengo, encima está lloviendo, así que no me apetece levantarme de la cama, las calles aún no están puestas, así que qué mas da.

Tanta queja, pero una hora justo más tarde estoy en la planta 7º del Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno Infantil, más conocido como "CHUIMI", mi lugar de prácticas. Saludo y está el turno de noche haciendo café y dandose las novedades. Soy la primera en llegar como de costumbre, así que me mandan a sacar a un niño de nido para entregarselo a su madre que acaba de llegar de la incubadora.

Es un niño precioso, tiene 17 horas de vida, ha pasado por la incubadora de transición sin problemas debido a un hemangioma cavernoso. Si os preguntais que es ese nombre tan raro, es un cáncer benigno que este bebé tiene en la espalda. A la mami se lo explicamos de una manera que no la asuste. Papá nos mira con la cara de asombro y de angustia, pero la verdad es que ninguno de los dos se está enterando de lo que hablamos, ni de cuanto mide, ni cuanto pesa (2'840 kg y midió 44cm).

La verdad es que el pequeño varón tiene un nombre precioso, pero yo le voy a llamar por su nombre menos común, Jorge. El pequeño llora desesperado y muerto de hambre porque se está alimentando con leche materna y el pecho a un bebé hay que dárselo a demanda.

Son las 7:48 y la mirada de esa madre petrifica a todo el que mira, pero a la vez calma y da una felicidad extremadamente placentera, es la segunda vez que va a coger a Jorge y soy yo quien se lo está entregando mientras me mira y se le caen unas lágrimas de felicidad. (Ahora al recordarlo también se saltan las mías).

La mañana empieza a resultar complicada de 8 a 9-9:30, es hora de analíticas, tensiones, pulsaciones y ayudar en la lactancia materna. Justo al lado de Jorge hay una nena cuya mamá tiene problemas para darle el pecho debido a complicaciones, así que cuando he terminado con el paseo de reconocimiento entro en su habitación y saludo a Jorge, lo veo demasiado aletargado (dormido) para las horas que tiene, debería de estar más estimulado al pecho de la mamá.

Toco la fontanela y está hundida, decido hacerle una glucemia... Resultado: el nene tiene el azúcar baja. Le damos medio biberón. La mañana va pasando y se unen las visitas de ginecólogos, pediatras, pruebas de sonido y demás. 

Volvamos a la historia: Como fue un parto de nalgas, (Jorge nació de culo), aparece el traumatólogo y nos cuenta que Jorge tiene la cadera levemente desencajada y que necesita una corrección que no se la puede quitar durante mínimo un año.

Papá está aterrado y mamá se abanica, respira hondo y llama por teléfono. Pasada buena hora de la mañana, casi poco antes de terminar mi jornada de lunes, pasé a hablar con la madre. 

Estaba muy preocupada porque el peque llevaba todo el día pegado al pecho y apenas lo quitaban lloraba, además estaba disgustada por lo de la cadera, su anterior hija fue completamente sana y este pequeño con casi 24 horas de vida tiene un cáncer benigno y una cadera dislocada.

Hoy martes, lo primero que hice fue ir a ver a esa madre preocupada y ansiosa que estaba con Jorge al lado de los ascensores de entrada contemplando el expectacular amanecer que se ve desde esa zona y deseando bajar a que el traumatólogo le pusiera el "correctio" Su angustia era palpable, así que solté mi bolso antes de cambiarme y me puse a hablar con ella hasta que llegó el momento de que bajara a consulta.

Cuando sube estoy esperándola para darle un cursillo intensivo de cómo cambiar pañales con el aparato puesto y con cuidado del cordón umbilical. Le pregunto que tal y sólo con la mirada me lo ha dicho todo, me quedo seca y el qué pasó sobra para poder darle un abrazo y dejar que llore hasta desahogarse.

Jorge tiene una leve tortícolis que tampoco le deja mover el cuello. Mamá se desahoga y me mira, le enseño a dar el pecho con el aparato que lleva Jorge entre las piernas y pido a la enfermera especialista en lactancia que pase a ver por qué está tan hambriento el pequeño si está tomando muy bien el pecho, el resultado no es otro sino que tiene el frenillo muy corto.

La mamá me mira y suspira... El día pasa y el alta de la mamá está listo y el del peque también.


Jorge se ha ido a casa y lo único que me ha quedado claro en estos dos días es el amor que tiene una madre frente a las adversidades. Es el amor en la esencia más pura del mismo. Me enteraré de la evolución del peque porque le he cogido mucho cariño  y tenerlo en brazos ha sido una experiencia que no está al alcance de todos.

Me despido, espero que no se os hiciera muy largo, esta vez con una foto, y deciros que ahora entiendo el significado del tatuaje tan horroroso:


lunes, 8 de octubre de 2012

YO CONFIESO: SEXO

MUCHAS VECES ME HABÉIS LEÍDO EN TWITTER EN MIS CONFESIONES NOCTURNAS, ESTA VEZ LO HARÉ EN UNA HORA MÁS "DIURNA"



No estoy muy inspirada, así que hablaré sobre lo que mejor sé... yo: mi vida sexual.

Todo comenzó una noche de primavera de hace unos 10 años, cuando estaba en una fiesta y estaba muy aburrida y todo me daba igual, mi amiga no estaba portándose en condiciones y empecé a hablar con un chico... Así sucedió mi primera vez, sin amor, sin apenas conocer al chico y sin intenciones de hacerlo, aunque a día de hoy, somos amigos. Así que si, mi primera vez fue horrible y desastrosa.

Tras aquella primera vez, juré que no volvería a tener relaciones sexuales, (ilusa de mi, no sabía lo que me estaba perdiendo durante esos 6 meses de abstinencia) me arrepiento muchísimo de aquella primera vez. Entonces conocí a mi primera pareja durante ese tiempo de parón e inactividad y he de reconocer que mi segunda "primera vez" vez fue mucho mejor: Creí estar enamorada (o pensaba que eso era amor) y mi ex estaba mucho más experimentado que yo.

Así pues, entre mis hormonas y las de mi ex, eramos peores que conejos en celo. Con él aprendí y tuve muchas de mis primeras veces sexuales, tanto en el plano de pareja como en el individual. Me grabé por primera vez, tuve cibersexo, sexo en lugares públicos...

Generalmente lo que se suele hacer con una pareja, pero todo eso acabó y mi vida siguió sin él. Entré en una espiral de despecho bastante grande que consistió en convertirme en lo que no me gusta ni quiero volver a ser, la forma en la que me invadió ese sentimiento no fue muy positiva para mi vida.

Pero apareció mi segunda pareja, con él experimenté las veces que me faltaban e introduje terceras cosas en nuestra vida: tríos, juguetes sexuales, disfraces y roles y otras cosas que prefiero mantener en silencio. Hice cosas de las que no estoy orgullosa y otras que preferiría que no hubieran pasado, pero no me arrepiento. Y como todo en esta vida, mi historia con esta persona se acabó. 

Así pues, tengo 24 años y puedo decir con la boca grande que he probado sexualmente todo lo que me ha apetecido hacer y otras cosas que no me apetecieron tanto en su momento pero que me aportaron experiencia. He sido sumisa y consentidora con todas mis parejas sexuales y no me importa reconocer la demanda que tengo, ni siquiera mis gustos personales.

El sexo es un acto que hecho de forma consentida aporta placer a todo el que lo realiza, ya sea solos o con una o varias personas extras.El placer es la base de la idea de este acto, el autoplacer y la autosatisfacción que se consigue a base de ensayo error, pues nadie nace sabiendo.

Para terminar y como casi siempre, la frase que toca para concluir, esta vez de Mae West:

"El sexo es una emoción en movimiento"

lunes, 1 de octubre de 2012

CELOS

"PUÑALES QUE SE CLAVEN EN EL FONDO DEL ALMA" O ASÍ LO DEFINÍA TAMARA EN SU FAMOSA CANCIÓN CON ESTE TEMA.



A nivel personal, he de confesaros que soy una celosa empedernida, que cuando mi pareja no está presente estos me invaden y en ciertos momentos controlan mi vida, pero cuando mi pareja aparece todos estos celos se disipan y las dudas desaparecen para que mi pareja nunca lo sepa.

No soy de las que tira puntas a la pareja, pero si que vuelvo locas a mis amigas más de lo que me gustaría reconoceros. Soy consciente de que mi corazón posee mi cerebro y sé que no es sano para mi. 

Sin rodeos, lo que significan los celos desde mi perspectiva es la consecuencia de mis propias inseguridades,  mis miedos venciendo a la razón y a mi seguridad. Poseen todo mi ser, inundan mi alma y nublan lo poco que la perspectiva me deja ver.

Pero basta de hablar de mi, o no, porque seré el ejemplo de este post. Ahondemos en mi definición de celos: 

- INSEGURIDAD: esa palabra tan común, la inseguridad desde mi punto de vista es el caldo de cultivo de nuestros puntos débiles que la sociedad y la mente nos han creado. 
¿Qué las provoca? Obviamente uno de los puntos más importantes es el de la tan nombrada "tecnología del amor" aparte de ello las experiencias previas (el zapping amoroso), la sociedad en general, el rol de la mujer en la sociedad (en este caso la mujer porque lo estoy escribiendo yo, desde el punto de vista de un chico sería completamente distinto) 

- MIEDO: es el temor a la pérdida o a lo desconocido, en este caso a la pérdida de la pareja, pero no nos damos cuenta que la pérdida implica una posesión y no somos dueños de la otra persona.



Creo que esos dos puntos son los más importantes de la definición.


Lo que ya post's atrás definí como zapping amoroso, que es lo que nos da la experiencia, en mi caso resultó que mis celos eran fundados 2 de las veces y es en uno de los pocos temas en los que no me gusta tener razón, pues para mi la fidelidad es un tema muy importante (que va unido a los celos) y no creo que con mi forma de ser, mis parejas tengan problemas para plantearme sexualmente cualquier cuestión, pues soy muy abierta y exceptuando temas escatológicos, acepto cualquier proposición. (Aprovecho para venderme que estoy soltera =D)

Esas experiencias en mi caso han sido lo suficientemente positivas para saber cuando tengo razón y cuando no, inclusive me han creado esa pequeña (grave) disforia de género, que ha hecho que me tome un tiempo para conocerme a mi misma e intentar sanarme esa leve celotipia que me autocreo a la hora de afrontar mis dudas.

Otro termino a tratar: PERSONAS CELOTÍPICAS, es decir, enfermas de celo hasta tal punto de no poder hacer sus vidas.¿Os dais cuenta del problema tan grave que domina vuestras vidas? No sólo lo que he escrito anteriormente, sino también el tema de la posesión hasta los puntos extremos....


El amor es una cosa simple, pero el ser humano es capaz de complicar hasta lo más hermoso del mundo.

Para ir finalizando, lo haré con un párrafo cortito de este libro ameno de lectura que tanto la primera como la segunda parte se leen en un abrir y cerrar de ojos y que me encantó cuando lo leí: 

"LA MECÁNICA DEL CORAZÓN"

"Cuando tengo mucho miedo, noto que la mecánica de mi corazón patina hasta tal  punto que parezco una locomotora de vapor en el momento en el que sus ruedas chirrían en una curva. El vapor, pánico mecánico de mi corazón, se filtra por debajo de los raíles. Viajo sobre los raíles de mi propio miedo. ¿De qué tengo miedo? De ti, de mi sin ti."