CUANDO NOS "MARCHEMOS" DEL MUNDO, SÓLO CONTARÁ LO QUE LOS DEMÁS RECUERDEN DE NOSOTROS. ¿QUÉ RECUERDAN DE TI?
Hoy vengo a hablaros de algo que probablemente ninguno de los que me echáis un ojo hacéis: SER VOLUNTARIOS. Veréis, siento haberme retrasado en esta publicación, pero los que me seguís en Twitter sabréis que he estado de voluntaria en la Maratón de Gran Canaria en la zona de personal sanitario y siendo muy sincera... casi 3 días más tarde sigo reventada: me duelen las ampollas, los músculos y algunos de los cardenales que me hice.
Este es el 2º año que participo de voluntaria en este evento y este es el 4º año que se hace. El año pasado, al igual que este, fue increíble. Es una experiencia que te ayuda a crecer como persona, a ver el afán de superación de muchos de los participantes.
El sábado a las 9 empieza la carrera solidaria donde padres e hijos, grupos, amigos, vecinos y todo tipo de seres corren unos pocos kilómetros de forma voluntaria, tras la llegada de estos, sale la marcha solidaria de 3km que es tan especial como las personas inscritas: Ver a un hijo con su padre en una silla de ruedas haciéndose ese paseo, a una mujer paralítica, a un grupo de un colegio de disminuidos psíquicos,...
Podría contaros mi sufrimiento o mi felicidad del resto del fin de semana, pero prefiero malgastar estas líneas en intentar motivaros a dejar vuestro tiempo a los demás, a regalar una sonrisa a quien realmente lo necesita, a quien apenas sale de su casa y no pide ayuda, y para ello no se necesita dinero, ni apuntarse a una ONG ni nada por el estilo, se necesitan ganas y tiempo.
Dejar huella en alguien, no implica el tener que irse a otro país a salvar a un pueblo, ni dar calderilla por la calle, porque es eso, calderilla, no das lo que necesitas, te quitas un café, un "pequeño lujo" para ser ayuda.
Quizás a tu lado, mucho más cerca de lo que piensas, hay alguien que necesita ayuda y con no un gran gesto, sino con un pequeño acto, marques a una persona para siempre. Tengo una vecina, que vive justo en frente de mi y a la que quiero con locura, ella es viuda y sus 2 hijos apenas la atienden, vive y pasa mucho tiempo sola, además, por problemas de movilidad tampoco puede salir mucho de casa y cuando lo hace lo hace con mucha dificultad.
Un pequeño gesto y una gran huella para ella es tomar café todas las tardes juntas en su casa, yo sólo llevo mi persona y la conversación. Algún día la acompaño a hacer la compra y se la subo a casa o comprar los regalos de los nietos...
Sé que para ella es un mundo, lo sé porque cuando estoy por las mañanas en casa y hago de comer, le llevo un plato, porque sé que sino no come porque no cocina para ella sola y malcome.
También hay otras formas de regalar tu tiempo y ayudar a quienes lo necesitan: Quizás sea un vecino, la asociación de tu zona, que necesite un voluntario para enseñar algo que se te de bien y haga salir de su casa a esa gente que por su edad está sola y apenas se relaciona y encuentre en tu tiempo una forma de volver a la vida.
Ayudar a los que lo necesitan es muy simple, creedme, no se necesita mucho, más bien nada, lo único que se necesita es querer autorealizarse, el beneficio es mutuo y mucho más ahora que con lo mal que va el país, lo que más tenemos es tiempo libre, USADLO, Y USADLO BIEN.
Nos vemos el lunes que entra y si alguno se anima al "voluntariado" por favor, contadme vuestras experiencias, os gustará. :)
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