NOS GUSTA MENTIRNOS Y CREERNOS NUESTRAS PROPIAS MENTIRAS, NOS ENGAÑAMOS DE MUCHAS FORMAS, DEBERÍAMOS SINCERARNOS UN MOMENTO CON NOSOTROS MISMOS.
Pues este post de esta semana va dedicado a @Maikghmare porque por culpa de un tuit de él, empecé a darle vueltas otra vez a la cabeza, sobre uno de los temas que no me gusta plantearme porque mis ideas son bastantes controvertidas (aunque aquí no diga gran cosa sobre mis ideas), así pues, os recomiendo que si sois poco tolerantes con pensamientos que no son afines a los vuestros, dejéis de leer. GRACIAS.
¿Cuál fue ese maravilloso tuit que ha propiciado tal revuelo en mi cabeza? Simple, venía a decir algo así:
"El voto de los de Gandía Shore vale lo mismo que el tuyo, piénsalo"
Y lo pensé, o más bien, lo repensé. ¿¿POR QUÉ COJONES NOS EMPEÑAMOS EN DECIR QUE TODOS TENEMOS LOS MISMOS DERECHOS CUANDO OBVIAMENTE NO SOMOS IGUALES?? Y eso me llevó a la siguiente pregunta: ¿En qué nos basamos para decir que somos diferentes?
Obviamente no somos iguales fisicamente, pero si organicamente, entonces deberíamos cubrir necesidades sanitarias de forma igualitaria, mientras que el resto ( fisicas, psiquicas y demás) deberían validarse por un baremo, pero... ¿Cuál?
Actualmente en la sociedad hay una discordancia, pues se nos pide una productividad para la sociedad, se nos valora por lo que aportamos a esta, sin embargo se premia todo lo contrario por los medios de comunicación, cuanto menos productivo seas, más éxito tendrás ( véase el caso de Belén Esteban o los individuos de Gandía Shore).
Entonces... ¿Qué es lo que estamos haciendo con la sociedad? ¿Por qué alguien que no hace absolutamente nada con su vida goza de unas"prioridades" y un "éxito" que el resto nos ganamos partiéndonos los cuernos? Mi punto de vista es bastante simple: si se nos pide "eficacia y productividad" debería ser eso lo premiado. No voy a entrar con lo que respecta a política porque mi idea es que deberíamos implantar la forma política americana y no pienso discutirla, pero si estoy dispuesta a discutir nuestros propios engaños.
Cierto es que no todos partimos de la misma base social y no tenemos las mismas posibilidades, pero las aspiraciones y los sueños son buenos porque son lo que nos impulsan a crecer, pero yo siento vergüenza ajena cuando leo en la prensa que la juventud de hoy en día prefiere ser tronista a periodista, médico, ingeniero o abogado entre otras ramas.
¡¡¡¡Vaaaaaaaaaaale!!!! No todo el mundo sirve para estudiar una carrera, hemos de tener en cuenta el fracaso escolar, perfecto, ¿Qué hacemos con él? Nos brindan una oportunidad "igualitaria" y no todo el mundo puede aprovecharla... ¿Dónde está nuestro sentido común? ¿Qué hacemos con esos niños?
Esa exclusión social que realizamos y que no queremos mirar nos está haciendo ya una elección con lo que respecta a la "productividad" que aportamos y por la cual hemos decidido valernos.
Porque resulta que nos vemos con veinti-pocos años, con titulaciones, muy preparados y que el "exito" y la "gloria"beneficia al fracaso. Y lo que no valoran aquí, pero si nos exigen, lo valoran fuera del país.
Lo peor de todo este "rollo" que os he escrito, es que nos seguimos mintiendo a nosotros mismos, que les damos equivalencia a cosas que no las tienen, las elecciones nos llevan a la valía que nos damos y decir que lo que tanto trabajo me ha costado conseguir me hace igual a alguien que no lo tiene, es mentira. Nos gusta mentirnos y no luchar por la verdad, porque es más sencillo quejarse en vez de buscar la solución.
Si en vez de tanto quejarnos, diéramos la solución, otro gallo nos cantaba, si en vez de quejarnos de, por un ejemplo, el fracaso escolar, a ese tipo de niños se les diera el graduado de otra manera, de una forma, les garantizábamos esa "valía"... más sentido común y carácter, no más queja sin solución.
Actualmente en la sociedad hay una discordancia, pues se nos pide una productividad para la sociedad, se nos valora por lo que aportamos a esta, sin embargo se premia todo lo contrario por los medios de comunicación, cuanto menos productivo seas, más éxito tendrás ( véase el caso de Belén Esteban o los individuos de Gandía Shore).
Entonces... ¿Qué es lo que estamos haciendo con la sociedad? ¿Por qué alguien que no hace absolutamente nada con su vida goza de unas"prioridades" y un "éxito" que el resto nos ganamos partiéndonos los cuernos? Mi punto de vista es bastante simple: si se nos pide "eficacia y productividad" debería ser eso lo premiado. No voy a entrar con lo que respecta a política porque mi idea es que deberíamos implantar la forma política americana y no pienso discutirla, pero si estoy dispuesta a discutir nuestros propios engaños.
Cierto es que no todos partimos de la misma base social y no tenemos las mismas posibilidades, pero las aspiraciones y los sueños son buenos porque son lo que nos impulsan a crecer, pero yo siento vergüenza ajena cuando leo en la prensa que la juventud de hoy en día prefiere ser tronista a periodista, médico, ingeniero o abogado entre otras ramas.
¡¡¡¡Vaaaaaaaaaaale!!!! No todo el mundo sirve para estudiar una carrera, hemos de tener en cuenta el fracaso escolar, perfecto, ¿Qué hacemos con él? Nos brindan una oportunidad "igualitaria" y no todo el mundo puede aprovecharla... ¿Dónde está nuestro sentido común? ¿Qué hacemos con esos niños?
Esa exclusión social que realizamos y que no queremos mirar nos está haciendo ya una elección con lo que respecta a la "productividad" que aportamos y por la cual hemos decidido valernos.
Porque resulta que nos vemos con veinti-pocos años, con titulaciones, muy preparados y que el "exito" y la "gloria"beneficia al fracaso. Y lo que no valoran aquí, pero si nos exigen, lo valoran fuera del país.
Lo peor de todo este "rollo" que os he escrito, es que nos seguimos mintiendo a nosotros mismos, que les damos equivalencia a cosas que no las tienen, las elecciones nos llevan a la valía que nos damos y decir que lo que tanto trabajo me ha costado conseguir me hace igual a alguien que no lo tiene, es mentira. Nos gusta mentirnos y no luchar por la verdad, porque es más sencillo quejarse en vez de buscar la solución.
Si en vez de tanto quejarnos, diéramos la solución, otro gallo nos cantaba, si en vez de quejarnos de, por un ejemplo, el fracaso escolar, a ese tipo de niños se les diera el graduado de otra manera, de una forma, les garantizábamos esa "valía"... más sentido común y carácter, no más queja sin solución.
Para concluir con este rollo que poco tiene que ver con la temática de mi blog, os diré que no importa lo que hagamos siempre y cuando nos conformemos en vez de buscar soluciones, quejarse es muy sencillo, lo complicado es ponerle solución. Deja de mentirte y aceptar lo que hay y busca el cambio y si lo encuentras, compártelo, sé el SuperHombre de Nietzsche y da esperanza ;).
Te acabo de descubrir. Esta entrada me ha encantado. Sigue escribiendo, se te da bien :)
ResponderEliminarMuchas gracias!! Me alegra que te gustara =D
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