lunes, 12 de noviembre de 2012

ANÉCDOTAS SEXUALES (vol.2)

HISTORIAS HOSPITALARIAS SOBRE SEXO DE LAS QUE TODOS NOS ECHAMOS UNAS RISAS CUANDO NOS ENTERAMOS. 




Bueno, basándonos en el anterior volumen (anécdotas sexuales vol.1) os contaré 4 historias relacionadas con el sexo que han sucedido en el ámbito hospitalario. (Os recomiendo que os pongais la canción final de fondo mientras lo leeis).

Jueves por la tarde de hace un año, ingresa un hombre de 67 años por problemas respiratorios que fallecería esa misma noche de madrugada. Sobre las 18 horas, toca ponerle los aerosoles, así que me dirijo a la habitación y abro la puerta. El que yo creía que era su hijo, que resultó ser su pareja le estaba haciendo un trabajo oral. Cerré la puerta de golpe y miré a mi enfermero que me preguntó lo que pasó y por mi cara se echó a reír, entonces entró él, pero el show ya había terminado, aunque el olorcillo a sexo, seguía en la habitación.
He de confesaros que me he acordado de esta historia porque hace pocos días, fui a ver a una amiga que está en paliativos y le pasó lo mismo, una mujer le estaba haciendo trabajos manuales al marido. 


La segunda anécdota a tratar, es sin duda uno de los momentos más vergonzosos de mi vida, estaba trabajando de noche y sobre las 3 de la mañana bajé a la planta de mi madre a tomar café.

Bajé de la planta 11 a la 6 por las escaleras, pero eso de subir 4 plantas... No es lo mismo, así que decidí coger el ascensor, fui a los ascensores de lavandería y cuando se abrió la puerta me encontré a una enfermera y a un médico allí, dale que te pego entre las bolsas de la lavandería. 

El médico me saludó porque me conocía y me presentó a la enfermera. Si la tierra se hubiera abierto bajo mis pies, no me hubiera importado en aquel momento. El médico es amigo de mi madre y para colmo, la enfermera no era su pareja, su mujer es intima amiga de mi madre. Nunca se lo he dicho a mi madre y espero que no lo lea aquí...

La 3º historia, tiene que ver con una botella de coca-cola maxi y cómo no volveré a mirar nunca al vidrio sin pensar en esas boquillas traicioneras.

Urgencias de madrugada, aparece una chica que no se puede sentar. Se llama al ginecólogo y se le hace una radiografía. La señorita de unos 30 años, normalita físicamente, no muy agraciada de cara, soltera, había decidido usar con un extraño, una botella de coca-cola como consolador. La botella hizo vacío y no salía, así que como buenamente pudo, fue a urgencias y nos trajo ese panorama.


Mi 4º historia tampoco tiene desperdicio y también sucede en urgencias, aunque yo me enteré en la planta de cardiología al leer el historial. En el informe de urgencias ponía lo siguiente:

"Mujer de 48 años que ingresa por taquicardias altas tras haber recibido una descarga eléctrica la zona vaginal. Se sospecha de paro cardíaco con reanimación. [...]''

Básicamente lo que sucedió fue que durante los juegos preliminares el marido le estimuló el clítoris con unos cables pelados de algún electrodoméstico que había por casa y con el voltaje de la casa o por algún problema interno que ella tuviera, le dieron taquicardias extremas y la tuvimos una semana pululando por la planta.

Hasta aquí las anécdotas de este volumen, habrá un 3º y un 4º y más. Para concluir os pongo una cancioncilla final, ¡hasta la semana que viene!:

http://www.youtube.com/watch?v=OVFGO8OT2P0

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