lunes, 13 de mayo de 2013

EL EGO.

EL EGO : UNOS CON MUCHO Y OTROS CON TAN POCO. 




Antes de ponerme a balbucear como una loca sobre por qué he elegido este tema, quiero decir que me ha costado mucho escribir este post, no por orgullo sino porque creo que estoy metiendo la pata como siempre.


Y previo a liarnos, quiero explicar los términos: narcisismo, egolatría y orgullo:

  • ORGULLO es la autoestima elevada o exagerada aunque sin connotaciones negativas o no siempre, generalmente es debido a una acción por la cual sentirse bien. Sus tono negativo está relacionado con la soberbia, pero supongo que ya sabéis qué es eso.

  • EGOLATRÍA es un rasgo de la personalidad que se caracteriza por la autoadmiración y veneración hacia uno mismo.

  • NARCISISMO es el término que proviene de la historia de Narciso, de la mitología griega y hace referencia al amor de la imagen de uno mismo. 

Todas estas 3 palabras, son sinónimos y me sirven para explicar un poco lo que quiero decir o autoafirmar, pero antes, os contaré el mito de Narciso:



Narciso era un joven hermoso, bueno, más que hermoso era la idea de la perfección de Paris (otro mito griego). Todo el mundo que lo veía se enamoraba de él. 

Una de esas enamoradas fue Eco, la ninfa, que fue castigada por Hera a repetir la última palabra del silencio. Ésta, incapaz de poder hablar con el apuesto Narciso sobre su amor, siendo rechazada por este y llegando a consumirse en una cueva donde sólo quedaría su voz.

Como castigo, Némesis, hizo que Narciso se enamorara de su propia imagen reflejada en el agua, imagen que contemplaba absorto durante horas y que le costó la vida debido a que incapaz de apartarse de su reflejo, un día decidió lanzarse al agua. Se dice que en el sitio donde éste había caído, nació una preciosa flor en su nombre.


Aich, estos dioses griegos, siempre castigando y haciendo de las suyas. Bueno, que...  ¿a qué viene esto? Sencillo, esta semana me he dado cuenta de que el orgullo y nuestro propio interés es lo que domina nuestras vidas de una forma un tanto... PETULANTE.

Si, si, he dicho petulante porque el miedo se ha convertido en "castigo" y no sabemos vivir sin represalias, pues para eso ya estamos nosotros, ¿no? NOS AUTOCENSURAMOS ¿por miedo? Prefiero pensar que es por eso, porque abrirnos y dejarnos conocer es peligroso.

Así que para proteger nuestro miedo usamos armas, ¿Cuáles? obvio, EL EGO. Entonces es cuando como escudo elegimos la palabra VALOR. Me explico: 

"No es orgullo, es quererme a mi mismo/mirar por mi."

¿Pues sabéis qué? Eso es una gilipollez como un castillo. Una mentira, una falacia que decidimos creer para sentirnos bien por hacer mal, para estar conforme con nosotros mismos cuando sabemos que hay otra persona esperando a que digamos "ven" o "quédate" o "eco".(Qué mal se me dan las metáforas a estas horas de la madrugada).

Es imposible creernos a nosotros mismos cuando por mucho que queramos sincerarnos, no podemos. Estamos tan acostumbrados socialmente a joder al resto que incluso hemos aprendido a jodernos a nosotros mismos.

Esa imperiosa necesidad de crear un falso orgullo, de alimentar un falso ego que nos bloquea y sólo estorba, nos sume en un agujero sin retorno y nos prohíbe arriesgar hacia ciertas cosas que nos beneficiarían a niveles astronómicos.

Aunque hay algo peor y es llamarlo ética o moral, esa imposición estricta que nunca hizo bien a nadie pero por las que nos regimos todos y son individuales de cada persona (excepto las impuestas socialmente y bla, bla, bla...)

Vale, por hoy dejo de desvariar, sé que hay días que se me va la pinza y no entendéis muy bien por qué y ojalá pudiera contaros lo que siento realmente, pero de verdad, de verdad, por favor, sed un poquito menos vanidosos, egocéntricos o narcisistas... El ego hiere a otros. Tu ego me hiere a mi.


Hasta la semana que viene, corazones de neón.


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