LAS MUJERES NOS ODIAMOS ENTRE NOSOTRAS, ES UN HECHO LO MAL QUE NOS TRATAMOS, SOMOS NUESTRO PEOR ENEMIGO.
¿Sabéis la cantidad de veces que he leído esta semana en Twitter: PUTA, ZORRA, PERRA, HDP y cosas similares? Pues el primer día, en un par de horas dejé de contar en 308 porque me aburría. Es increíble lo mal que nos tratamos entre nosotras, ya no voy a hablar de cómo dejamos que nos traten ellos, porque usamos un doble rasero. Hemos instaurado este tema como lema principal en la lista de cómo tratarnos:
HAZ LO QUE YO DIGO, PERO NO LO QUE YO HAGO
Chicas, este lema NO funciona así.
A ver, no quiero que me malinterpretéis, soy mujer, pero he de reconocer la verdad, y es que como especie, somos lo peor que ha pisado la tierra hasta la fecha existente. Es cierto que no hay nada peor que una mujer rencorosa y mala, los celos que nos profesamos unas a otras, que por lo general es físico, nos hacen dañinas hasta extremos incalculables.
La terminología social también nos ha hecho bastante daño, pero no os equivoquéis, que la culpa de eso también es nuestra. Si recordáis algo de lo que escribí en el zapping amoroso y las veces que he mencionado anteriormente la tecnología del amor, han sido las bases para olvidarnos de lo bonito que es el respeto entre las personas.
He de incluirme en muchos de los puntos que critico hoy, porque soy carne de cañón de esta sociedad, formo parte de ella activamente, y, aunque me gusta y me gusta mucho tratar a las personas de usted, señora/señorita o caballero, he de reconocer que yo también caigo a veces en estas infames palabras que tan mal me sientan.
Las mujeres pedimos un respeto que nosotras no nos damos, pero creo que ese problema actualmente viene de serie, es decir, nos lo han inculcado nuestros padres y la sociedad, es decir, nacemos con la idea de unos cánones de belleza impuestos, cosa que no es nueva, pero que al globalizarla nos hace competir, pero no es una competición sana, no hay premio, es la autodestrucción del prójimo lo que nos hace sentirnos bien, el desprestigio a la otra persona para sentirnos realizados. Y eso me da lástima.
No voy a entrar en los inframundos sociales con los tipos de personas catalogados ( modernos, pijos, heavys...) No, porque aunque nos dividamos en estilos, en todos sucede lo mismo. Nos desprestigiamos. Y peor aún que eso es la moda que ha salido de intentar pedir respeto mediante el insulto.
Ahora voy a hablar en términos generales, independientemente de tu sexo:
Me pregunto si todo esto algún día cambiará, si algún día fijaremos metas y las cumpliremos. Yo soy una persona un tanto ... "peculiar".... Pienso que la mejor bofetada es la que se da sin manos y tratar con respeto a quien te lo falta es un arma muy poderosa, aunque, a veces, pierdas el alma y salgas herida en el intento. Una frase que he leído esta semana en Twitter y me ha sentado bastante mal es
"El respeto no se gana, el respeto se consigue"
Creo que es una burda patraña, que el respeto se debe de dar ante todo aunque creamos que la otra persona no se lo merezca porque en esos momentos nos colocamos a su nivel, estás siendo probablemente el motivo por el cual la otra persona tiene razón.
Volviendo al tema que estoy abordando, que es la autodestrucción femenina y retomando un poco la idea de los cuentos de hadas que abordé con la muerte del príncipe azul todas llevamos una princesa y una bruja dentro, todas somos Ariel y Úrsula (La Sirenita) o Blancanieves y Maléfica (Blancanieves y los 7 enanitos) en un mismo cuerpo, pero no queremos reconocerlo, porque eso sería poner fin a nuestras historias idílicas de los cuentos, a las fantasías de que no somos nosotras nuestro propio mal, sino que nos los crea el ajeno.
Pues damas y caballeros, esto no es así, o no del todo, la mujer es la peor enemiga de si misma y de las que le rodean, porque si ella cae, el despecho, la ira y la desesperación son aliados muy potentes para una leona herida.
Así pues concluyo con el fin de que este desahogo no os haya irritado mucho a los que habéis llegado hasta el final y como siempre entro en la zona de las reflexiones, pero esta vez no os dejo preguntas, sino mi propia conclusión:
No quieras ser princesa cuando ya no hay príncipes, confórmate con ser una dama que se quiera a si misma, que se respete y que lo muestre a los demás. El dicho de trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti, es el lema que deberíamos adquirir todas las féminas para sustituir el haz lo que yo digo pero no lo que yo hago.
Y terminamos al fin con el estribillo de Mala Mujer de Miguel Saez.
Mala mujer me has hecho daño
Me has llenado de pena y engaño
Y hasta en el alma me has herido
Me has llevado por donde has querido
Mala Mujer
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